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ODIO #3: EL TELETÓN, CHANTAJE, ROBO Y MEDIATIZACIÓN DE LA LIMOSNA

Posted in Odios with tags , , on 2 diciembre, 2011 by teseos30

 

Una imagen vale más que mil palabras, dicen. Pero cuando las imágenes van acompañadas de palabras, la cosa se pone tremenda. Me gustaría despotricar bastante sobre la tomada de pelo del llamado «Teletón», pero no tengo mucho tiempo ni mucha gana. Además, me he encontrado unas chulas caricaturas del Monero Hernández que expresan mejor que cualquiera de mis acostumbrados berrinches lo que me inspira esa campaña de miserables, así como lo que pienso al respecto. Vale la pena difundir por todos los medios esta perla de nuestra caricatura nacional contemporánea:

 

 

 

 

Para complementar, pueden asomarse a Proceso, para que se empapen mejor en el tema:

 

http://johnnyschtroumpf.wordpress.com/2011/11/10/el-teleton-la-falsa-ayuda-de-la-television-a-los-ninos/

 

Odio al maldito Teletón. Si hubiese justicia social, estas jaladas no pasarían,  y obligarían a los ricos y poderosos a pagar sus impuestos.  No queremos limosna, queremos justicia. Malditos sean…

 

 

José María Guadalupe Cabrera Hernández

ODIO #2: LOS TÓPICOS DE LA RETÓRICA CORPORATIVA-EMPRESARIAL Y LOS MERCACHIFLES MOTIVACIONALES: EL LIDERAZGO

Posted in Odios with tags , , , , on 27 agosto, 2010 by teseos30

El «liderazgo», esa idea-palabra-fetiche, ese desideratum, ese imperativo categórico de nuestros días. No basta con ser bueno en algo, con obtener satisfacción en dedicarse a lo que a uno le gusta o entrar en éxtasis con las cosas -o personas- que nos subliman; si uno en verdad quiere-ser-alguien-en-la-vida, debe ser «líder», ser «el mejor» de todos, ser el más chingón y darle en la torre a los demás: esos no están para ser considerados o para compartir con ellos, sino para someterlos, convertirlos en esclavos o, ya «de perdis», hacerlos sentir «inferiores», menos-que-basura o loosers —como le encanta a decir en nuestro país a infinidad de gente carente de neuronas: despreciables versiones chafas y «de petatiux» de los ya de por si mediocres estereotipos de la televisión gringa y sus vomitivas series para adolescentes y adolecentes—.

Sinceramente, a mí ese concepto —y quienes lo esgrimen— siempre me han inspirado repugnancia y el escozor de quien ve algo asqueroso; también la compasión y desprecio que se siente ante el ingenuo, así como la desconfianza que se siente ante el totalitarista en ciernes o en potencia. La mismísima reserva que se siente ante las crías del escorpión: pequeñas, feas y llenas de veneno.

La noción de «liderazgo» —que incluye en sí misma esa obligación, esa orden implícita, de que debe uno convertirse en «líder»—  ya no se maneja solamente en los espacios que la originaron y donde era lógico que tuviese funcionamiento y —quizá— pertinencia: las grandes corporaciones, las empresas o las escuelas donde los juniors se forman para dirigir el emporio de «papi» o «mami». Primero brincó a las «escuelas patito» que ofrecen educación express; versiones reducidas y deficientes —si cabe acaso escala de calificación alguna en ese rubro— de los campi  de la élite.  Después se instaló y se apoderó del aparato que planea nuestra educación pública —esa que antaño era el reducto del libre pensamiento y el seminario de las posibilidades efectivas para la auténtica libertad de nuestra nación y su gente— , y ya resuenan en las normales, en las instituciones públicas de formación pedagógica, en las escuelas populares, las salmodias al «líder». ¡Pónganse de pie o, mejor, póstrense, agáchense, bájense faldas y pantalones, preparen las nachas, que ya viene el Führer…!

La idea de «liderazgo» implica la existencia necesaria de «liderados», así como la de «pastor» implica la de «rebaño». Y eso nos lleva a serios cuestionamientos: si todos —futuros patrones y futuros esclavos— son formados en la ideología del liderazgo, ¿serán capaces estos últimos de adoptar el rol del “liderado” que seguramente se les asignará?, ¿lo soportarán?, ¿acaso todos los futuros miembros de la élite pueden y deben ser líderes?, ¿y qué pasará con aquellos que, aún teniendo el perfil de “líderes”, por circunstancias muy comunes en el mundo laboral, sean liderados por individuos señalados como “líderes” sin tener dicho perfil? Hay que tomar en cuenta cuánto pinche pendejo está hacíendola de «líder», dirigiendo instituciones y empresas. Llena está nuestra historia de las consecuencias de esa mezcla funesta de idiotez y poder.

Odio a los «líderes» y a los «liderados». Amo y admiro a los verdaderos humanos…

ODIO #1: De la «trova» y su constelación o «Ten miedo de mí…»

Posted in Odios with tags , , , , , on 12 febrero, 2010 by teseos30

Odio a los llamados «trovadores». Esa plaga de ciudades coloniales, poseedoras de cafecillos pseudo-intelectuales y bares snobs, de escenarios idílicos, llenos de sabor a «antiguo» y chapados por la «pátina del tiempo», como lo es mi amada-odiada y Sacrosancta Ciudad de Santiago de Querétaro. Todos esos lugares son su habitat preferencial.

Armados, ora con guitarras electroacústicas de última generación -si el «trovador» es pirrurris- que, por cierto,  no saben ni afinar ni mucho menos ecualizar; ora con bravas Parachocaster de pino compradas en los andadores de la misma urbe -si el «trovador» es «probe» o ama el prangana’s look-; se empeñan en «crear»  «rolitas» (los que alguna creatividad tienen) que los pongan a la par de los delgadillos, oceranskys, amauris, pablomilaneses, silvios o -¡vade retro, Satana!- ya de perdis arjonas,  similares y anexos.

Otros se conforman con berrear lo mejor posible -si cabe-  las canciones más sobadas de los susodichos y además de Serrat y de ese gran cantautor que es el padre del género: Nicho Hinojosa (para los que no lo entendieron, que los hay, esto último fue dicho con sarcasmo y con tooooodo el veneno del mundo).

Hay también otros que son verdaderos taumaturgos o alquimistas o hechiceros y realizan una proeza que casi -dije casi- se compara con la transubstanciación: lo que yo llamo «trovización» de cualquier rola de cualquier género. Pueden tomar una canción de salsa y la convierten en «trova»; pueden tomar una de pasito duranguense y la vuelven «trova»;  pueden tomar a Vicente Fernández y su dinastía y darles ese toque «trovero»; pueden echarse las de Bob Esponja con un arpegio marca silvio y un sentimiento y melcocha marca oceransky (se nota que lo detesto, ¿verdad?) ¡TOMAN UNA DE PINK FLOYD Y LA VUELVEN «TROVA»! (Esto es una verdadera herejía para su servilleta).

Además, si alguna fama han llegado a alcanzar en el extranjero (léase, fuera de su feudo), hay que rendirles homenaje si se los encuentra uno en la calle y, si el tiempo lo permite, pedirles que se tomen una foto con uno o que le otorguen la gracia de un autógrafo.

Soy muy mamón y una verdad he de decirles: para mí, despues de Silvio y de Joan Manuel (aunque no sean «trovadores», sino verdaderos poetas y artistas), todos los demás, TODOS, son enanos. A muchos de mis amigos, amigas y a mi  esposa (que por cierto, y para variar, me lleva la contraria y LOS AMA) ya los traigo asoleados con esa frase. Pero me vale. Pa’ mí  es así.

Sin embargo, a veces hay excepciones sorprendentes y, en una navegación que hice recientemente, me encontré esta verdadera perla. Una canción del género dedicada nada menos ni nada más que al Gran Mago Nolano, a ese gran filósofo y rebelde que fue Giordano Bruno. Se trata de un chavo de Costa Rica llamado Josema (¿será tocayo?) que la compuso junto con su cuate Juan Pablo Rojas. La rola se llama «Los Heróicos Furores – Canción a Giordano Bruno» y aquí la tienen:

Ojalá de esto hablaran más «trovadores» y no de tanta mariconada de «dame-un-beso-grande-pero-grande-grande-grande» (conocerlo es odiarlo, créanme). Ni modo muchachos, los odio y a ustedes dedico esta primera declaratoria.

Pero, como sea, síganle dando, si no ¿a quién critico o sobre qué reniego? Y que me perdonen los muertos de mi causticidad…

(Dedico esta entrada a la memoria de mi amigo y maestro, Luis Arturo de la Garza, gran admirador del Nolano…)