EXABRUPTO #17: 2 DE OCTUBRE INOLVIDABLE

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A 45 años, esa masacre, esa mancha en nuestra historia, sigue levantando ámpulas. Tanto entre el pueblo que sigue en lucha, como entre los corifeos y lamebotas de los sátrapas y explotadores de siempre. Un sobrio René Avilés Fabila nos recuerda el valor de este nefasto episodio:

«Si hoy en México tenemos mayor libertad y democracia se debe, entre otras cosas, a esas grandes marchas de protesta que organizaron los estudiantes. La libertad y la democracia nunca aparecen como un obsequio, son el producto de las luchas de corte popular. Esos muchachos y los trabajadores urbanos y campesinos que los apoyaron hicieron factible que ahora exista una prensa con mayor independencia y que los escritores de izquierda manifiesten sin muchas reservas sus posturas ideológicas.

La siguiente conmemoración del 2 de octubre esperemos sea parte de un proyecto radical de cambio, con un serio contenido ideológico.»

(En CNN México, 2 de octubre de 2013)

En cambio, hay figuras protagonistas que en verdad han reculado (con todas las connotaciones que pueda tener esa palabra) y manejan un discurso inverosímil y rastrero hasta la abyección.  Es el caso de Luisito Gonzalitos de Albita, quien le manda besitos a los lindos soldaditos que fueron tan buenitos con él cuando lo aprehendieron en Tlatelolco:

http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9192876

También hay un Héctor Villarreal que, nostálgico del quietismo que atribuye a la mayor parte de la generación del 68 (generación que nos pinta -vía la enternecedora semblanza de su papaíto- como una juventud invariable en su indolencia de parsimoniosa practicante de la plumbea mediocritas, en su pachorruda intolerancia de súbditos bien portados y hombres promedio, en su molicie de anodinos lectores de la prensa deportiva dominical), desestima todo valor al asunto y reduce todo cambio a esa bendita y bonita «gente de bien» que se dedica a lo suyo y no anda de iluso utopista:

http://hectorvillarreal.wordpress.com/2013/09/26/1968/

¿Por qué será que ambos señores, Luis González de Alba y Héctor Villarreal, no dan a sus lectores la opción de comentar sus peroratas y berrinchitos? En fin, de todo hay en esta feria.

México sigue tan polarizado (o más) que hace 45 años. Las demandas del pueblo van en aumento, los grupos inconformes salen a las calles, recíben a la par vítores y esputos. Los medios oficiales y oficialistas pontifican, condenan, satanizan. Como hace 45 años.

La diferencia es que, aunque les duela, ahora no es tan fácil que la gente se trague sus salmodias de buen lacayo lameculos.

Pésele a quien le pese: ¡Dos de Octubre no se olvida!

Dirán misa, bola de maricas, disfrácenlo de lo que quieran. Una masacre no se lava con nada…

José María Guadalupe Cabrera Hernández

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